Dos exposiciones

Ester Grinspum y Bela Gold

2004

Autores/as

Otília Beatriz Fiori Arantes

Sinopsis

Los dos temas abordados hace tiempo por Otília Arantes siguen siendo actuales al presentar las exposiciones de Ester Grinspum (Stultifera Navis, en la Galería Paulo Figueiredo en 1986) y de Bela Gold (El Libro de la Memoria, en el Museo Lasar Segall en 2004), respectivamente: la "Locura" y el "Holocausto". Según Otília Arantes, la serie de dibujos de Ester Grinspum, en lugar de teatralizar la locura o fantasear los delirios de una subjetividad exacerbada — los monstruos del "sueño de la razón" —, sugiere ante todo el enfrentamiento entre la razón y la sinrazón, explicitado en la confrontación de dos formas: por un lado, una forma monolítica, cerrada, como una roca o "Teatro del Mundo" (título adoptado por la artista en los estudios preliminares); por otro, una forma irregular, abierta, como un pájaro o "Nave". Los dibujos de Grinspum nos remiten inevitablemente al desconcierto del mundo, sin hacer crónica minuciosa, sino trazando el contorno más doloroso: el de la abstracción anónima propia de la era contemporánea. En el origen de esta experiencia confiscada se encuentra la propia estructura de la sociedad burguesa, literalmente esquizofrénica. Así, este conjunto de dibujos sería nada menos que una gran alegoría de la locura y del mundo que la alimenta. Al explorar la iconografía del siglo XV — rarezas y absurdos en las telas de Bosch, Brueghel o Dürer —, Grinspum no se interesa por la trama histórica que sustenta esas obras, sino por sorprender el grado cero de la fisionomía plástica de la locura. Si Foucault es también una referencia importante para la artista, mientras el filósofo utiliza la iconografía para hallar en las imágenes pictóricas la cifra terminal de una tecnología de la razón, la artista recorre el camino inverso y encuentra en ellas la prefiguración de la amenaza moderna.

De manera similar, otra difícil tarea fue la que emprendió la artista argentina Bela Gold, al trasladar al dominio del arte el mayor horror del siglo XX, el Holocausto — si es que existe una expresión estética posible y, de serlo, que sea también verdadera, como observa Otília Arantes. La vacilación respecto a la representación artística del mal absoluto, una especie de salto mortal al infierno de lo irrepresentable, no es exclusiva de la autora, sino que remite a las dudas de Adorno, quien, indeciso, ora afirmaba que componer un poema después de Auschwitz era un acto bárbaro, ora sostenía que el arte era todavía una frágil barrera contra su retorno. Bela opta por esta segunda posibilidad y, para evitar la prohibición de elevar el horror a la dimensión transfiguradora del arte, recurre a fragmentos de realidad — listas de nombres, fotos, cartas, firmas, inscripciones, etiquetas —, salvando del anonimato la memoria de miles de víctimas de una violencia inenarrable. Todo esto, sin estridencias ni concesiones a los efectos fáciles, en la forma contenida de un arte conceptual o minimalista (según la caracterización de Rita Eder), que escapa a la trampa de la estilización post-catástrofe, invitándonos a meditar, en silencio, sobre la pulsión de muerte que amenaza en el horizonte con un nuevo sistema de violencia. "Temiendo lo peor, saludemos la contención y el recato del arte de la rememoración según Bela Gold", concluye Otília.

Palabras clave: Adorno, Bela Gold, Ester Grinspum, Foucault, Holocausto, Libro de la Memoria, Locura, Stultifera Navis, Teatro del Mundo.

Capa livro Duas Exposições

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ISBN

978-65-01-16779-4

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